La central nuclear como opción ecológica
¿La oveja negra de la energía eléctrica podía ser la opción
ecológica olvidada?
El tema de las céntrales nucleares es muy polémico sobre todo después del evento de Fukushima. Pero las instituciones que las rigen y sus defensores tienen mucho que decir al respeto porque demonizando la energía atómica por los únicos 2 incidentes en su historia nos olvidamos de los enormes beneficios de la central nuclear.
El foro de la Industria Nuclear Española señala que ante la urgencia de poner freno a las emisiones contaminantes, por su capacidad de suministrar grandes cantidades de electricidad, las centrales nucleares son esenciales.
Las centrales nucleares existentes ya pueden subministrar más de 20% de la energía eléctrica consumida en España, y haciendo eso se evita anualmente la emisión a la atmósfera de más de 30 millones de toneladas de CO2, una ¡cantidad que equivalente al CO2 generado por la mitad del parque auto español en el mismo periodo!
En la Unión Europea, 14 de los 28 Estados miembros tienen centrales nucleares operativas (por un total de 126) que aportan el 25 por ciento de la electricidad y suponen la mitad de la generación baja en carbono.
El presidente del foro de la Industria Nuclear Española insistió que “dada la urgencia climática, es necesario contar con todas las fuentes bajas en carbono disponibles en la actualidad, entre las que se encuentra la nuclear, como recomiendan también destacados organismos europeos e internacionales”.
Las centrales nucleares están sujetas a un estricto control reglamentario institucional difícil de igualar por parte de otras actividades industriales. Esta reglamentación tiene en cuenta todas y cada una de las fases que forman el ciclo de producción, contemplando también la protección de los trabajadores, el público en general y el desmantelamiento de la central al final de su vida útil.
Es importante recordar que las centrales nucleares no contribuyen al calentamiento global, puesto que no envían a la atmósfera óxidos de carbono, azufre, nitrógeno ni otros elementos derivados a la combustión, como las cenizas.
Los detractores de las centrales nucleares por otra parte hincan pie en que la producción de energía eléctrica en centrales nucleares genera residuos radioactivos de larga duración que deben almacenarse en la misma central y en depósitos especiales para materiales radioactivos y en la posibilidad de militarizar ciertos residuos.
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